Y llegamos a donde tenemos que llegar, al papel que le va como anillo al dedo, porque si alguna vez en nuestras vidas nos hemos imaginado a un Príncipe Azul, en nuestra mente tenía la cara de Josh Dallas, si cuando sonríe esperas que se ilumine la dentadura mientras suena un cling. Mi pobre, que por culpa de la bruja malvada no reconoce a su amor (con suerte me ve a mí primero) y que lo mismo es un chico sin memoria que es un príncipe valeroso que lucha por los bosques. Por supuesto, si no habéis visto ‘Once upon a time’ ya estáis tardando. Ojo, es adictiva.
Pues sí, como todo Príncipe de cuento de hadas tiene una princesa, y una tiene ganas de convertirse en la malvada madrastra para amargarles la historia de amor, porque el chico se ha enamorado de la buena de Blancanieves, vamos, de Ginnifer Goodwin, haciendo la pareja más adorable de los últimos tiempos y provocando rupturas dolorosas de corazón (que se lo digan a nuestra Audrey). Si eran lo más ideal de la fiestecita en casa de Obama. La verdad hacen que una vuelva a creer en los cuentos de hadas y todo eso… o no, porque yo me querría ver ahí.
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